viernes, 12 de octubre de 2007

Sexo y compromiso

La asociación que existe entre la práctica del sexo y la idea que se tiene del compromiso en una relación es muy importante. De hecho, podríamos afirmar que es determinante. Es decir, el grado de deseo sexual que puede sentir una persona con respecto a otra suele tener una estrecha relación con el nivel de compromiso que considera que está implícito en dicho acto.

La idea de que practicar sexo con alguien puede llevarles a comprometerse en una relación de pareja, para muchas personas, puede resultar muy poco atractiva. Suelen asociar el sexo a una idea mitificada de libertad que, a veces, esconde un miedo inconsciente a compartir intimidad afectiva, que no carnal.

Por un lado, tienen la intención de disfrutar, mientras que por el otro consideran que para que una situación sea divertida, ésta debe estar totalmente desprovista de cualquier tipo de compromiso. Quieren pasar un buen rato sin que esto les obligue a ningún otro vínculo. En algunos casos puede tratarse de una actitud extrema en la que la persona, de hecho, huye del compromiso. Sin embargo, también puede tratarse simplemente de una fase exploratoria en la que la persona esta deseosa de compartir y conocer.

En contraste, hay otro tipo de personas que se sienten muy poco motivadas a realizar prácticas sexuales a menos que haya un compromiso explícito por parte de la otra persona. En muchos casos les preocupa que el interés que despierten sea meramente sexual. Temen ser utilizadas como objetos y verse 'cosificadas'. También puede esto llevarse al extremo cuando la persona desea llegar virgen o casta al matrimonio. Para estas personas, el matrimonio es el contrato que les autoriza a revelar su intimidad y practicar el sexo. Hoy día, esto es cada vez menos común en nuestra sociedad, aunque hay círculos que fomentan claramente este tipo de actitud.

Hay un buen número de personas cuya actitud se encuentra en un punto medio con respecto al deseo de realizar actividades sexuales al tiempo que manifiestan un compromiso en la relación. Mucha gente, en distintas fases de su vida, oscila entre una actitud y otra. Sin duda, un factor que influye especialmente en el interés que alguien tiene para comprometerse es el deseo que le despierta la otra persona.

¿Qué grado de compromiso necesitas para mantener actividades sexuales? ¿Prefieres el sexo sin compromiso? ¿Has vivido fases distintas en tu capacidad de comprometerte en una relación con quien mantienes relaciones sexuales? ¿Conoces a alguien que ejemplifique los extremos de dichas actitudes? ¿Te cuesta comprometerte? ¿Has sufrido la falta de compromiso?

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