miércoles, 10 de octubre de 2007

Desnudo de ex amante de líder del Senado brasileño se vende como pan caliente

La última edición de la revista Playboy, que tiene como protagonista y sin ropa alguna a Mónica Veloso, ex amante del presidente del Congreso brasileño, Renán Calheiros, comenzó a venderse hoy como pan caliente en los alrededores del parlamento.

Un empleado del único quiosco que hay en la entrada del Congreso dijo a la agencia Folha que en solamente dos horas había vendido 40 ejemplares, algo que calificó de "sorprendente".

En la portada, de espaldas, desnuda y en pose bien insinuante, aparece la periodista Mónica Veloso, que es uno de los ejes de una sucesión de escándalos de corrupción que desde hace cuatro meses tienen contra las cuerdas a Calheiros.

El vendedor dijo que ninguno de los parlamentarios se atrevió a comprar la revista personalmente, pero sí aclaró que reconoció a varios asesores de legisladores entre quienes la pidieron.

Veloso tiene una hija con Calheiros, fruto de una relación que se mantenía en la clandestinidad hasta que la revista Veja lo acusó de recibir dinero de una empresa que participaba en licitaciones públicas y que, supuestamente, pagaba la pensión de la niña.

El asunto condujo a un juicio político con fines de destitución en el que Calheiros resultó absuelto en el Senado, en el que la coalición oficialista impuso su mayoría.

Calheiros es un influyente caudillo del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el de más peso en la coalición de gobierno formada por el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, y tiene además las primeras minorías en las dos cámaras.

Tras el escándalo desatado por su relación con Veloso, Calheiros ha sido objeto de nuevas y cada vez más graves acusaciones.

Actualmente, el Consejo de Ética del Senado tiene en sus manos tres causas en su contra, en las que es acusado de corrupción, fraudes fiscales y abuso de poder.

Los opositores partidos Demócratas y de la Social Democracia Brasileña (PSDB) pidieron hoy la apertura de un nuevo proceso, ahora por denuncias de que Calheiros habría mandado a "espiar", con fines de chantaje, a legisladores que presionan por su renuncia.

El senador Leomar Quintanilha, presidente del Consejo de Ética, fue uno de los parlamentarios que hoy pasó cerca del quiosco del Congreso, pero se cuidó de no mirar la revista ni siquiera de reojo.

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